Bundesliga
El argentino Rodolfo "Pelusa" Cardoso, ex figura de la liga alemana, explica en diálogo con la Bundesliga en Español por qué Lucas Alario y David Abraham deben ser convocados a la Selección Argentina. Además, habla de cómo se vive hoy el descenso del Hamburger SV y revela qué estrellas del fútbol mundial crecieron bajo su ala en las categorías menores de dicho club.
Bundesliga en Español: ¿Cómo ve a los argentinos en la Bundesliga?
Rodolfo Cardoso: Muy bien, muy bien. Lucas Alario, pese a que no venía de titular, en los partidos que entró convirtió goles. Ha demostrado que merece un lugar en el equipo, sobre todo también por sus goles con la Selección Argentina. Yo creo que Volland no es un jugador para jugar muy de punta, ese lugar de delantero referente es mejor para Alario. Y me gusta mucho David Abraham, es otro gran jugador, me sorprende que no sea citado a la Selección con la cantidad de problemas que tiene Argentina en la defensa. Es rápido, fuerte, cabecea en las dos áreas, saber jugar bastante bien en línea de cuatro y con línea de tres. Enfrenta a grandes delanteros todos los fines de semana, tiene roce con Lewandowski, Werner y otros. La temporada pasada era figura de un equipo que lo hizo bien en la Bundesliga y en la Europa League, debería tener una oportunidad. Es llamativo.
Usted también fue referente como lo es David Abraham… ¿Cómo un latino logra el liderazgo en Alemania?
La confianza del equipo se gana con el tiempo. Por lo que se ve, él (David Abraham) es una persona muy querida en Frankfurt. Yo conozco a uno de los ayudantes de campo y me ha dicho que Abraham es un gran profesional. Eso cae bien en el grupo. Calculo que por su pasado en Suiza ya dominaba el idioma y estar hace tantos años en el club le da crédito. Se nota que tiene mucha personalidad. En mi caso, yo era un líder futbolístico. Mis compañeros me buscaban mucho durante los partidos, yo siempre quería la pelota y no me escondía. Después había jugadores con otro carácter, que manejaban más el vestuario. A mí siempre, sobre todo en Hamburgo, me querían poner entre los cuatro o cinco jugadores que hablan con el entrenador, pero yo prefería no estar en esas charlas. Yo quería ser líder pero en la cancha, ahí me sentía referente y mis compañeros me respetaban mucho.
VEA: EL GOL DE ABRAHAM AL FC BAYERN MÜNCHEN EN LA FECHA 10
Y aún sigue de referente en el Hamburger SV, aunque ahora de entrenador en las juveniles…
Exacto. Estoy trabajando como entrenador individual, estoy en ese rol junto a otros ex jugadores. Yo estoy con la Sub 19 y el equipo filial. Se entrena por posición, en grupos pequeños. Hago mayormente ejercicios con atacantes, practicamos la definición, las combinaciones. Me gusta, hay mucho repetición y se pueden corregir mejor a los chicos. Hay más tiempo de trabajo. Además, los viernes tengo un grupo de cinco jugadores con los que trabajo los balones parados y tiros libres.
¿Cómo se encuentra el club a un año y medio del descenso a la 2. Bundesliga?
Fue terrible para la institución, hubo temor de que quedara gente sin trabajo pero hasta ahora se ha mantenido todo igual. De todas formas, creo que es fundamental ascender nuevamente para no acostumbrarse a la segunda división y que cueste más subir de categoría. Se veía venir que iba a suceder, el equipo pasó sus últimos años de la Bundesliga siempre peleando abajo. Nunca pudo reaccionar, se cometían siempre los mismos errores. A veces es bueno caer, para luego mejorar y volver más fuerte. Lo que sí hay que subir rápido. Esta temporada deberían lograrlo. Hamburgo es una ciudad grande, el club tiene historia, pero si pasa el tiempo eso empieza a ser cada vez menos importante. Si no hacés bien las cosas como institución, no volvés. Hasta ahora viene bien todo.
Le ha tocado ser DT interino del primer equipo en la época de agonía… ¿Igualmente pudo disfrutarlo?
Fue una linda experiencia, fueron pocos partidos. Hice debutar dos chicos jóvenes, uno de ellos es Jonathan Tah, que ahora juega en Leverkusen y en la selección alemana. En realidad lo había hecho debutar Torsten Frings, pero lo puso uno o dos minutos antes que termine el partido. Cuando agarré yo, lo puse de titular contra el Werder Bremen y también en la semana por Copa Alemana. Jugó tan bien que cuando asumió Bert van Marwijk lo mantuvo en el equipo.
Y también tuvo Luca Waldschmidt, que junto a Tah integran la última convocatoria de Joachim Löw… ¿A quién más tuvo bajo su ala?
Tuve muchos grandes jugadores. Heung-Min Son estuvo mucho tiempo conmigo en las inferiores. A Shkodran Mustafi nosotros lo subimos a la categoría Sub 19 y después lo fichó el Everton FC con 17 años. También tuve a un bosnio que se llamaba Muhamed Bešić, que terminó marcando a Leo Messi en el Mundial de Brasil 2014. Dirigí a Choupo-Moting, que ahora está en el Paris Saint-Germain. Hoy son todos grandes jugadores. No pudieron brillar acá en Hamburgo porque no era un contexto fácil. Igualmente cuando los ves triunfar te da orgullo haber sido parte de su formación deportiva. Los veo jugar y me trae recuerdos. Puede que se olviden algunas cosas o que conozcan otra gente, pero seguramente una enseñanza les ha dejado.
¿Cree que su compatriota Martín Demichelis, actual DT del Sub 19 del Bayern, pueda llegar a dirigir en la Bundesliga como usted?
Sí, por qué no. No hay grandes secretos. Lo principal es encajar bien en el grupo de jugadores. Es fundamental. Hay que ganarse la confianza y el respeto de los chicos, algo que se logra únicamente trabajando. El jugador joven necesita más afecto, más diálogo, y acá en un plantel capaz tenés jugadores de diferentes países y culturas. Hay africanos, turcos, rusos, capaz algún latino. Y lo difícil de eso es que una broma le puede caer bien a uno pero a otro no. Hay que saber manejarse bien.
¿Le gustaría volver a dirigir en la Bundesliga?
Me gustaría, sí. Es cuestión de esperar, no hay que bajar los brazos. Estoy nuevamente trabajando, así que puede ser. Me gusta el estilo de Favre, miro mucho al Borussia Dortmund. Y me gustaba el Bayern –también el Manchester City– de Pep Guardiola, me siento identificado con ese estilo porque era de la forma que me gustaba jugar al fútbol. Igual depende de qué jugadores tenés. Ahí está la virtud del entrenador.